Propósitos del año nuevo y por qué fracasan
Rebeca Gómez (Psicólog@)
14 abril, 2023
Una de las expresiones más certeras es esa que dice que “El tiempo pasa volando”. Despertamos por la mañana para enfrentarnos a nuestro día a día y cuando nos queremos dar cuenta, la mañana se fue… y así de rápido se nos pasa la semana también y los meses….
Muchas veces nos perdemos en la rutina que nos marcan nuestras responsabilidades (trabajo, casa, estudios, familia o amistades) y olvidamos aquello que nos hemos propuesto conseguir. Los días se suceden y priorizamos otras actividades por encima de nuestros deseos ¿Te ha pasado alguna vez?
En el artículo anterior hablamos sobre las nuevas ilusiones que puede traer consigo el año nuevo y dimos tips para plantearnos objetivos y cumplirlos de forma eficaz; sin embargo, muchas veces otros factores pueden jugar en nuestra contra y nos impiden conseguirlos.
Hoy conoceremos algunas de las razones que nos hacen postergar nuestros propósitos.
¡Comienza a trabajar en tus fortalezas!
Motivos por los que no cumplimos nuestros propósitos
- Objetivos mal establecidos: ya lo comentamos en la nota anterior, pero nunca está de más recordarlo… saber establecer los objetivos es fundamental para que nos sea más fácil cumplirlos. Es normal que escribamos la lluvia de ideas que nos llega a la mente cuando pensamos en lo que queremos conseguir y puede que, en muchas ocasiones, seamos más ambiciosos/as de lo que nuestras limitaciones nos permiten. Detenernos a pensar si nuestros objetivos son realistas o no y cuál es su importancia en nuestra vida es un paso que no deberíamos saltar.
- Piensa en positivo: utilizar un enfoque positivo a la hora de plantearnos metas es muy importante, porque nos ayuda a visualizar aquello que sí queremos. Por ejemplo: es mejor decir “Quiero mejorar mi alimentación” que “No quiero comer comida chatarra”, porque de esta forma no solo evitamos crearnos restricciones que puedan generarnos cierta presión, sino que procuramos cambiar nuestros hábitos en pro de nuestra meta.
- Falta de prioridades: redactamos nuestra lista de propósitos y añadimos una meta detrás de la otra sin parar. Pero, ¿Cuántas veces nos detenemos a pensar si aquello que estamos escribiendo nos ayudará realmente en nuestro futuro? En muchas ocasiones no podemos cumplir con todo en el plazo de un año, por lo que una vez tengamos nuestra lista en mano será hora de sintetizar: unificar los objetivos que podamos conseguir en pasos similares y priorizar aquellos que nos van a ayudar a mejorar nuestro bienestar.
- Poca motivación: la víspera del Fin de Año suele estar llena de emociones y expectativas. Es un momento en el que sentimos multitud de ilusiones y las motivaciones que tenemos para plantearnos metas a futuro están a tope. Pero tener este sentimiento en ese momento no garantiza que sea estable con el tiempo. Es normal que tengamos épocas en las que la tristeza, la apatía y la desmotivación nos acompañen; sin embargo, tener este estado de ánimo de una forma prolongada puede ser señal de que algo no está bien, por lo que sería interesante consultar con un especialista para ahondar en terapia sobre las causas que puedan estar generando este estado de ánimo. Enfrentarse a sentimientos como estos puede hacer que olvidemos o dejemos de lado aquellos propósitos que nos planteamos para el año. De todas formas, aquí te dejo un artículo en el que damos algunas técnicas para levantar el ánimo.
- Miedo: en una ocasión hablamos sobre la emoción básica del miedo y explicamos cuándo es bueno sentirlo y cuándo no. Sabemos que es fácil decir que haremos algo, pero muy distinto es ponernos manos a la obra y sacarlo adelante. La incertidumbre de lo que nos traerá el futuro y los obstáculos que puedan surgir en el camino pueden hacer que tengamos pensamientos intrusivos que en ocasiones nos frenen a la hora de continuar por el miedo al fracaso. Por ello, es importante aprender a identificar aquello que nos paraliza y encontrar las herramientas para enfrentarlo y continuar. Hay que destacar que no debemos tener miedo al fracaso: los errores que cometemos son también una oportunidad para aprender y desarrollar técnicas, habilidades o un plan de acción que nos permitan tomar decisiones más certeras en un futuro. Así que podríamos decir que de todo fracaso podemos conseguir una victoria =).
- Falta de concentración: a más personas de las que imaginas les cuesta centrar su atención en lo que están haciendo. Y es que hoy día vivimos rodeados de tantos estímulos, que poner el foco en una sola cosa nos puede resultar complicado. En muchos casos, esto nos puede alejar de nuestros objetivos porque nos centramos en tareas o acciones que no son prioritarias. La práctica del Mindfulness es una excelente forma de mejorarla; sin embargo, aquí te dejo un artículo donde dimos muchas más técnicas para conseguirlo.
¡Pues bien! No quiero terminar esta nota sin recordar que terminar o no nuestra lista de propósitos durante el año no es algo que deba frustrarnos de ninguna forma. La vida continúa cuando termina diciembre y, si bien es una oportunidad para plantearnos nuevos objetivos, también lo es para desempolvar aquellos que no pudimos conseguir y alcanzarlos.
Cada persona puede tener un ritmo muy diferente, por lo que nos interesa ser flexibles y adaptarnos a nuestros tiempos y capacidades.
La Psicología Positiva es una excelente herramienta para aprender a poner el foco en las cosas buenas de la vida y las personas, por lo que si te interesa formarte en ello, solicita información sin compromiso de nuestro Título Experto en Psicología Positiva.
También te puede interesar
Sincericidio: el peligro de ser demasiado sincero
La sinceridad es una cualidad valorada en la mayoría de las culturas. Decir la verdad nos permite mantener relaciones más auténticas y generar confianza con…
Las 5 características de una persona curiosa
La curiosidad es una fortaleza indispensable en nuestro desarrollo y progreso vital. Es una motivación que nos impulsa a investigar, para ampliar nuestro conocimiento y…