Mindfulness para niños

vanesaeiepp (Psicólog@)

6 febrero, 2024

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Menos pantallas y más Mindfulness, tu hij@ te lo agradecerá.

Ya os hemos explicado con detalla como empezar en la práctica del Mindfulness, gracias a nuestro artículo Mindfulness para principiantes.

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Pero si eres un profesional del sector de la Educación Infantil, trabajas con niñ@s y/o te estás planteando si se puede aplicar Mindfulness con población infantil, no apartes la vista de este artículo porque vamos a explicarte que sí se puede utilizar Mindfulness para niños y cómo hacerlo.

• A partir de los 3 años ya se puede empezar a practicar el Mindfulness.
• Para trabajar con niños has de adecuar el lenguaje, hacerlo sencillo y ajustar tus expectativas a su edad. Y es que no puedes pedirle peras al olmo 😉
• Ayudará mucho que los adultos les sirvamos de ejemplo y que practiquemos los ejercicios junto a ellos.
• Es importante ser constantes, perseverantes y que no abandonemos, ni tiremos la toalla a la primera de cambio. Poco a poco, con la práctica, podemos conseguir que se cree una rutina y un hábito en el pequeño. Aquí tu paciencia, será fundamental.
• Intenta amenizar las sesiones, que los niños disfruten y lo tomen como un momento de juego y no como una obligación y algo aburrido.
• Siempre que puedas incluye música, sonidos… a esta edad les ayuda mucho.

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Beneficios para los niñ@s

En nuestro podcast #7, llamado “cómo mantener la calma en la tempestad”, ya te explicamos cuáles son los beneficios que obtiene un adulto con la práctica habitual del Mindfulness, pues bien, algunos de ellos también están presentes con el Mindfulness para niños.

Mira estos:

Mejora de la curiosidad y de las ganas de más

Uno de los beneficios del Mindfulness en niños es que el interés sobre el entorno que rodea al pequeño crece y aumenta, es decir, crecen las ganas de prestar atención al mundo exterior.

Mejora de la concentración y de la capacidad de atención

Otro beneficio que se observa tras la práctica habitual del Mindfulness en los niños es que su capacidad de poder focalizar y centrar la atención en un estímulo en concreto, aumenta. Algo que es fundamental para el momento en el que vivimos en el que la sobreestimulación y la sobreexposición es total, ayudando al niño a poder poner filtros ante la barbaridad de información que llega a él.

Mejora del control y gestión emocional

Uno de los objetivos y de las metas que el adulto suele tener en mente cuando se inicia en el Mindfulness es el manejo emocional, es decir, poder tener la capacidad de controlar las emociones y que no desborden a la persona una vez las experimenta.

Pues bien, con los más pequeños este objetivo también se consigue, así pues, gracias al mindfulness para niños, ellos también pueden mejorar la gestión de sus emociones, sobre todo las desagradables o negativas, como la ira o la tristeza y de comprender de dónde y por qué aparecen. Y este beneficio les va a venir estupendamente de cara a las relaciones con los demás y a que tengan unas buenas habilidades sociales.

Ejercicios y actividades de Mindfulness para niños

Una vez que ya sabemos que sí se puede aplicar y los beneficios que se pueden alcanzar con el Mindfulness para niños, te preguntarás… ¿Cómo se hace?, ¿hay que emplear la misma metodología?, ¿a partir de qué edad?, ¿cambia mucho la práctica?...

Tranquil@ que aquí te vamos a dejar cinco ejemplos de técnicas, ejercicios y actividades que te pueden guiar en el camino.

Sólo vamos a mirarnos

Esta actividad es súper fácil y sencilla de realizar y no vas a necesitar nada 😉 Consiste en que por parejas los niños se pongan uno frente a otro sentados en el suelo y mantengan la mirada fija en los ojos de su compañero.

Con este ejercicio van a practicar mantener la atención y también la capacidad de empatía, de la que ya te hablamos en nuestro artículo, empatía: si te pones en mi lugar, quizá entiendas mi comportamiento y de esta forma irán creando vínculos afectivos.

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Mi muñeco y yo respiramos juntos

Cuando nos referimos a niños pequeñitos, desde los 3 años de edad en adelante, es muy habitual que estén continuamente pegados a su muñeco, muñeca o peluche preferido, ese que adoran, que es su mejor amigo y compañero de aventuras, con el que es probable que duerman a diario y que sus padres saben perfectamente que si se extraviase, provocaría un drama 😉 Pues bien, nada mejor que utilizar ese muñeco para que los niños aprendan a respirar de manera correcta, según se requiere para el Mindfulness.

Para hacerlo le diremos al niño que se tumbe boca arriba y que coloque sobre su abdomen su muñeco preferido.

Después tendremos que explicarle que respire, ¿cómo? cogiendo el aire por la nariz contando hasta 4, y observando muy, muy atento que su abdomen se mueve, asciende, sube y por supuesto que su muñeco también lo hace.

Tras aguantar 3 segundos conteniendo el aire, después lo expulsará por la boca y de nuevo ha de observar y sentir que su muñeco se mueve, en esta ocasión, hundiéndose hacia abajo.

Reconocer emociones con la ayuda de “El Monstruo de los Colores”

¿Aún no conoces a este famoso Monstruo que los más pequeños adoran y que es todo un icono para muchos de ellos?

Pues bien, lo que ha conseguido Anna Llenas con este cuento, que ahora ya no es sólo un cuento, es que los niños aprendan a reconocer sus emociones utilizando los colores como eje central. La autora propone para enseñarles a reconocer sus emociones, relacionar y asociar 6 colores: rojo, amarillo, azul, verde, negro y rosa con 6 emociones: enfado, alegría, tristeza, calma, miedo y amor.

De esta manera lo aprenden mucho más rápido y son capaces de detectar y de expresar cómo se sienten. Aquí te dejamos un par de vídeos en el que puedes conocer el cuento y también ver y escuchar el cuento llevado a canción:

Tranquilízate con tu frasco de calma

Al igual que ha ocurrido con el cuento de “El Monstruo de los Colores”, el frasco de calma es una actividad muy conocida y muy llevada a la práctica. Se basa en que cada niño elabore su frasco de calma, una botella o bote de agua con purpurina de colores y que tiene el objetivo de ayudar a los niñ@s a disminuir los niveles de ansiedad, ira y rabia sólo con observarlo.

La respiración de la abeja

Este ejercicio sacado del yoga, es muy útil para que los niños y las niñas aprendan a calmarse y a centrarse en su propia respiración.

¿Cómo se hace? El  niño ha de cerrar los ojos, taparse los oídos con los dedos e imitar el ruido y el zumbido que hacen las abejas al exhalar el aire por la boca.

Ya lo sabes, si tienes niños en casa o trabajas habitualmente con ellos, empieza a implementar espacios de Mindfulness en su rutina diaria, su cuerpo y principalmente su bienestar emocional te lo agradecerán.