El poder de la organización
Eva Herber (Psicólog@)
9 febrero, 2023
¿Eres de esas personas que disfruta planificando y organizando sus actividades diarias? ¿Tiendes a anticipar posibles eventos o necesidades que puedan surgir en el camino para elaborar un plan de acción que te permita afrontarlos? Entonces es muy probable que la organización sea una de tus fortalezas.
Hoy quiero retomar uno de los temas que más nos gustan: las fortalezas y cuánto nos pueden ayudar en nuestro día a día si las utilizamos de forma equilibrada. Pero en concreto, hablaremos sobre la fortaleza de la organización y descubriremos cómo potenciarla.
Qué es la organización
Como ya comentamos en el artículo Fortalezas personales. Pon el foco en tus recursos y no en tus debilidades, la organización es la capacidad que tienen las personas de establecer una serie de pasos a seguir para lograr un objetivo en específico, que puede ir desde las actividades del día a día hasta un proyecto empresarial.
Se trata de una fortaleza que puede manifestarse en diferentes niveles de intensidad entre las personas, destacando tres principales:
Muy presente
En este caso, la persona siente la necesidad de tener previstos todos y cada uno de los pasos que debe seguir para conseguir cualquier objetivo. La planificación tiende a ser escrupulosa sin pasar por alto el más mínimo detalle y un cambio en sus planes puede generar cierto grado de ansiedad.
Un ejemplo cotidiano que podemos añadir sería el de una persona que, para ir al supermercado, escribe la lista de la compra con los productos organizados por sección para hacer un solo recorrido por cada pasillo sin tener que regresar. En caso de que alguno de los productos no esté a la vista y se rompa su expectativa, tiende a perder la paciencia y se frustra porque su plan no salió como esperaba.
Presente
Ocurre cuando hacemos un uso equilibrado y flexible de esta fortaleza. En este nivel, las personas tienden a planificar sus acciones de forma tranquila, creando propuestas de acción flexibles que permitan adaptarse una vez se encuentren con algo que pueda estar fuera de sus planes.
En el ejemplo anterior, la persona va con su lista al supermercado, pero con los productos apuntados de una forma un poco más aleatoria ya que no tiene problema con ir tranquilamente a hacer la compra, lo que no supone un inconveniente si cambian los productos de ubicación o si algo de la lista ya no está disponible. En este caso, la persona es capaz de adaptarse y reestructurar su plan para poder solucionar los inconvenientes.
Poco presente
Son personas que, a pesar de tener objetivos que cumplir, no suelen planificar los pasos a seguir ya que prefieren improvisar en el momento. Además, no encuentran problemas con su falta de planificación y suelen reaccionar de forma negativa ante planes poco flexibles.
Siguiendo con el ejemplo del supermercado, la persona sabe que falta comida en su casa y va al supermercado sin ninguna lista. No tiene claro qué comprar, por lo que recorre pasillo por pasillo a la espera de recordar aquello que no tiene en su hogar y en muchas ocasiones, termina comprando cosas que no necesita y olvida aquello que sí.
¿FALTA DE CONFIANZA ANTE ALGUNOS PROCESOS?
¿FALTA DE CONFIANZA ANTE ALGUNOS PROCESOS?
Casos extremos de la organización
Los excesos nunca suelen ser buenos y la fortaleza de la organización no es la excepción. Si la tenemos en un nivel “Presente” en nuestro día a día, puede convertirse en una herramienta tremendamente útil; sin embargo, exceder su uso suele traernos problemas mayores.
Al tener “Muy presente” esta fortaleza, podemos generar cierto rechazo ante la desorganización de otras personas, lo que nos supondría un conflicto a la hora de relacionarnos con los demás.
Además, las personas con excesivo uso de la organización quieren tener todo controlado, por lo que tienen más probabilidades de sufrir de ansiedad o frustración al ver que las cosas no se dan como lo tenían planificado.
Incluso, en el ámbito laboral este comportamiento puede llevarlos a supervisar cada acción realizada por otro compañero para asegurarse de que las ejecute de la misma forma como las ejecutaría él/ella, generando un clima tenso de trabajo.
Cómo ser más organizad@
Si después de leer esto querrías hacer un uso más consciente y equilibrado de la fortaleza de la organización para sacarle todos sus beneficios, aquí te dejo unos tips para que puedas dar los primeros pasos para conseguirlo:
- Apunta tus tareas pendientes: Es normal que en nuestro día a día tengamos muchas cosas que hacer y que más de una se nos olviden. Una forma efectiva de recordarlas es apuntarlas en una lista y ordenarlas por prioridad. Así podrás tener presente aquello que tienes pendiente para hacerlo en cuanto tengas una oportunidad.
- Prioriza: Una vez tengas tus pendientes apuntados, procura ordenarlos por prioridad. Fusiona tareas que puedan realizarse a la par y apunta primero aquellas que para ti son más importantes.
- Establece horarios: Una forma efectiva de hacer que el día “sea de provecho” es definir horarios para las actividades prioritarias que queremos hacer. Siempre tomando en cuenta nuestro ritmo y nuestras necesidades para no frustrarnos en caso de que se nos acumulen las cosas. La flexibilidad es importante en este paso, ya que en caso de no poder cumplir con los tiempos planteados, puedes redefinir tu horario.
- Fuera distracciones: Perder la concentración es más fácil de lo que nos gustaría. Intenta detectar aquellos elementos o estímulos que pueden distraerte de tus objetivos y toma acciones para solucionarlo: pon el móvil lejos de ti si no puedes dejar de mirarlo o buscar espacios de silencio para hacer las actividades que requieran un poco de tranquilidad, por ejemplo.
- Deshazte de aquello que no usas: Tener presente la fortaleza de la organización no solo es de utilidad para las actividades de nuestro día a día, sino también para estar en un espacio donde nos sintamos a gusto. La acumulación de cosas que no necesitamos es un problema que a más de uno nos puede afectar; sin embargo, mantener un orden visual nos puede ayudar a tener un mejor estado de ánimo. Busca aquello que no necesitas y deshazte de ello: puede donar la ropa que no usas, botar los papeles que no te son de utilidad, tratar de organizar tus prendas de vestir en el armario e incluso procurar hacer la cama a diario…
¿Te consideras una persona organizada? Sin duda es una de las fortalezas a las que le podemos sacar muchísimo provecho tanto a nivel personal como profesional y si la combinamos con otras fortalezas que tengamos presentes, podremos tener herramientas increíbles que nos ayuden a saltar muchos de los obstáculos que se nos puedan presentar.
Si quieres saber cómo lograrlo, con nuestro Título Experto en Coaching de Fortalezas lo podrás descubrir: solicita información sin compromiso y con gusto te haremos llegar toda la información que necesitas =).
También te puede interesar
Trabajo en equipo: qué es, su importancia y cómo mejorarlo
El trabajo en equipo es esencial para el éxito de cualquier organización, ya que combina las fortalezas, habilidades y experiencias de sus miembros para alcanzar…
5 Claves para aprender a delegar en el trabajo
Delegar es más que una simple distribución de tareas, es una estrategia clave que puede transformar la dinámica de un equipo y la efectividad de…