Inteligencia Emocional y Autoestima ¿Cómo se relacionan?
Aroa Ruiz (Psicólog@)
14 abril, 2023
Tanto la Autoestima como la Inteligencia Emocional son temas a los que hemos dedicado ya algunos post. Y es que estos grandes de la Psicología son claves para nuestro bienestar emocional, abarcan mucho contenido y se actualizan constantemente con nuevos descubrimientos que nos dan pistas para vivir mejor con nosotros/as mismos/as y con las personas que nos rodean.
Trabajar la autoestima y la Inteligencia Emocional por separado es importante, pero si entendemos cómo se relacionan, podremos utilizarlas a nuestro favor como el tándem perfecto 😉
Índice
Aclarando conceptos
El primer paso para entender el vínculo entre la Inteligencia Emocional y la Autoestima, es conocer la diferencia entre los dos términos.
Inteligencia Emocional
La Inteligencia Emocional es un constructo psicológico que engloba diferentes elementos. Estos componentes varían dependiendo del enfoque de los autores y autoras. Podemos definir la Inteligencia Emocional como una habilidad de gestión de los estados emocionales que incluiría su percepción, comprensión, manejo y utilización constructiva (Mayer y Salovey, 1997). Es decir, nos permite:
- Percibir y expresar emociones
- Comprender y razonar las emociones
- Regular las emociones de uno/a mismo/a y de otras personas
En el post sobre cómo desarrollar la inteligencia emocional te damos algunas claves.
Autoestima
La Autoestima es un concepto muy estudiado desde la Psicología porque condiciona el día a día de las personas, ya que en cierta forma va a determinar cómo afrontamos las demandas en determinadas situaciones. Podemos decir que la Autoestima está formada por un conjunto de creencias y sentimientos que tenemos hacia nosotros/as mismos/as en el presente, pero que se va construyendo a partir de las experiencias e información que recibimos, tanto del entorno como de nuestras valoraciones internas.
Se trata de un concepto aprendido y modificable, que impacta en nuestra percepción de capacidad y en las proyecciones que hacemos de lo que podemos llegar a ser.
Si quieres ampliar información sobre la autoestima y conocer algunas técnicas para potenciarla, no dejes de leer el post “Autoestima: Qué es y 10 técnicas para mejorarla”.
¡Comienza a trabajar en tus fortalezas!
Relación entre Inteligencia Emocional y Autoestima
Como hemos mencionado en la definición, la autoestima se compone tanto de elementos cognitivos (creencias, expectativas o evaluación que hacen las personas sobre sí mismas) como de elementos emocionales (sentimientos sobre nuestra propia valía).
Estos componentes emocionales se centran en la apreciación subjetiva sobre nuestra valía y en los sentimientos de adecuación, es decir, si nos sentimos como “buenas” o “malas” personas.
El componente emocional de la autoestima se va aprendiendo y modificando según las experiencias que acumulamos durante nuestra vida. Y también suman el concepto que tenemos sobre nuestro estado de salud, apariencia física, capacidades… que van conformando la confianza en nuestra capacidad de enfrentarnos a los desafíos básicos de la vida.
Es precisamente en este punto donde entra de lleno el trabajo con la Inteligencia Emocional, ya que la forma en la que gestionemos nuestras experiencias emocionales va a determinar que desarrollemos una autoestima sana o por el contrario una autoestima baja.
¿Qué tienen en común la Inteligencia Emocional y la Autoestima?
Teniendo en cuenta lo anterior, consideramos que tanto la Inteligencia Emocional como la Autoestima sana comparten características como las siguientes:
- Facilitan el funcionamiento óptimo intrapersonal e interpersonal.
- No son fijas, pueden adquirirse, desarrollarse o mejorarse.
- Nos permiten comunicarnos eficazmente con nosotros/as mismos/as y con las demás personas.
¿Trabajar la Inteligencia Emocional ayuda a mejorar la Autoestima?
Daniel Goleman, uno de los principales autores e investigadores de la Inteligencia Emocional, propone un modelo en el que la Inteligencia Emocional está formada por cinco dimensiones: tres relacionadas con el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos (competencias personales) y dos relacionadas con el modo en que nos relacionamos con las demás personas (competencias sociales).
A continuación, describimos las tres competencias personales del modelo de Inteligencia Emocional de Goleman (1998), ya que están íntimamente relacionadas con la autoestima. Toma nota, porque trabajar sobre ellas puede darte la clave del éxito:
Autoconciencia emocional
Hace referencia a nuestra capacidad para entender lo que sentimos, reconociendo las propias emociones y sus efectos. Incluye el conocimiento de las propias fortalezas y debilidades. Por ejemplo, cuando estás triste, ser consciente de que estás sintiendo esa emoción en ese momento determinado. Esto aumentará nuestra autoconfianza y sabremos actuar en consecuencia.
Autorregulación
Hace referencia a la capacidad de manejar adecuadamente las emociones y los impulsos, asumiendo la responsabilidad de nuestras actuaciones personales. Incluye la adaptabilidad (flexibilidad para afrontar los cambios) y la innovación (sentirse cómodo/a y abierto/a ante las nuevas ideas, enfoques e información).
Imagina un estudiante que no está teniendo un buen día. Un compañero de clase le hace una broma e internamente le hace enfadar. Sin embargo, esta persona sabe que tiene un mal día y que por eso le ha afectado más la broma, así como que su amigo lo ha hecho con buena intención.
Automotivación
Habilidad para orientarnos hacia nuestras metas, de recuperarnos de los contratiempos y focalizar todos nuestros recursos personales en un objetivo. Si aunamos compromiso, iniciativa y optimismo, seremos capaces de sobrellevar cualquier dificultad para seguir conquistando triunfos y logros.
Por ejemplo, una trabajadora de una empresa que no se siente motivada con las funciones que tiene que desempeñar tendrá menos probabilidad de obtener buenos resultados.
Así que respondiendo a la pregunta del epígrafe: SÍ, trabajar la Inteligencia Emocional ayuda a mejorar la Autoestima. Debido a la relación que hemos descrito anteriormente, es seguro que si ponemos nuestra atención y esfuerzo en trabajar la Inteligencia Emocional, nuestra autoestima se potenciará como consecuencia directa e indirecta.
Si sientes que al leer todo esto se encendió la chispa de la curiosidad en ti y quieres saber más sobre este tema, en nuestro Título Experto Online en Psicología Positiva podrás encontrar todas las herramientas para convertirte en un profesional capaz de gestionar las emociones.
Fuentes de datos:
- Mayer, J. D. & Salovey, P. (1997). What is emotional intelligence? En P. Salovey & D. Sluyter (Eds.), Emotional Development and Emotional Intelligence: Implications for Educators (pp. 3-31). New York: Basic Books
- Goleman, D. (1998). What Makes a Leader? Harvard Business Review, 76(6), 93-102
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