Efecto Mandela, falsos recuerdos que consideramos reales

Rebeca Gómez (Psicólog@)

22 enero, 2024

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Si lees o escuchas el término Efecto Mandela, lo normal es que te venga a la mente la figura tan destacada e importante de Nelson Mandela… pero ¿a qué nos referimos exactamente cuándo decimos Efecto Mandela?

Si no lo sabes, si tienes dudas o quizá es la primera vez que lo escuchas, no dejes de leer este artículo del blog ya que te lo voy a explicar con todo detalle.

Qué es

Si hablamos del Efecto Mandela, es inevitable hablar de los fallos en la memoria; y es que este efecto hace referencia a recordar y estar 100% convencid@ de algo que en realidad nunca ha sucedido.

El origen de este fenómeno lo encontramos en el año 2010 y fue la bloguera Fiona Broome quien acuñó el término.

Dos son las características para hablar de este efecto:

• recordar algo diferente en cuanto a la redacción o la apariencia que tenía originalmente
• no sólo le ocurre a una persona de manera puntual, sino que ha de darse entre un gran número de personas que relatan la misma forma de recordar

¿Por qué Mandela?

Porque la misma Fiona creía recordar, estaba segura y totalmente convencida de haber visto y presenciado por televisión la retrasmisión del momento justo de la muerte de Nelson Mandela en la década de los 80 dentro de la cárcel, su posterior funeral, el discurso emotivo de su viuda y el gran homenaje popular.  

Pero no sólo ella tenía anclado este falso recuerdo, muchas otras personas cercanas a ella y de su entorno también lo recordaban como ella y podemos asegurar que esto nunca ocurrió, y por lo tanto no se retransmitió.

De hecho, la biografía de Nelson Mandela nos detalla que sobrevivió a su encierro, alcanzó la presidencia de Sudáfrica un tiempo después de salir de la cárcel y vivió hasta alcanzar los 94 años de edad, siendo el año 2013 el de su fallecimiento.  

Pero, ¿cómo es posible que ocurra?, ¿a ti también te ha pasado alguna vez algo parecido?, ¿te sientes identificad@ con este efecto?

Por qué

La causa, explicación o el origen del Efecto Mandela lo encontramos en una combinación y suma de varios factores.

• Efecto de la desinformación: cuando alguien nos cuenta una historia, y la persona no tiene un recuerdo real anclado de ese suceso, nuestra memoria tomará como real la información que nos llega desde la fuente, incluso si no es cierta.
• Sesgo de confirmación: nuestra mente tiende a buscar, interpretar o recordar información de manera que confirme nuestras creencias o hipótesis.
• Criptomnesia: nuestro cerebro es capaz de anclar y colocar cosas o escenas imaginadas (no reales) en el lugar de la memoria.
• Falsa atribución a la memoria: a nuestra mente le cuesta cambiar, reformular y aceptar nuevas interpretaciones de cosas que ya dábamos por seguras.
• Disonancia cognitiva: si algún dato contradice tu interpretación de una dimensión de la realidad, tu cerebro rechazará esa nueva interpretación y la información que la acompañe.

Aprende mucho más sobre la disonancia cognitiva con este artículo que Sonia Castro escribió en el blog: disonancia cognitiva.

• Confabulación: estrategia por la que nuestro cerebro crea un falso recuerdo, sin intención de mentir o engañar, con el objetivo de llenar y completar vacíos existentes.

Otros ejemplos de Efecto Mandela

Aquí en nuestro país, en España, un ejemplo muy claro del Efecto Mandela ocurrió en el contexto de un conocido y popular programa de televisión en el que se daban sorpresas espontáneas y que contaba con personajes muy famosos como cómplices y ganchos.

El protagonista de la historia fue el cantante Ricky Martin, en compañía de un perro, la sorprendida, un armario y un bote de mermelada. El revuelo fue tal, que todavía en la actualidad y tras varios comunicados de la cadena negándolo rotundamente, sigue habiendo gente convencida de que las imágenes se grabaron y se retransmitieron.

Pero, hay muchos más ejemplos del efecto Mandela en la cultura popular: las gafas de sol negras de Tom Cruise en su famoso baile en la película de Risky Business (nunca llevó gafas puestas), la retrasmisión por televisión del golpe de estado de Tejero en el Congreso de los Diputados de Madrid el 23 de Febrero de 1981 (sólo se contó por la radio), el beso romántico en la película Súper 8 (nunca ha habido beso entre sus protagonistas), el monóculo del muñeco del juego Monopoly (el muñeco no lleva monóculo), “Luke, yo soy tu padre”, (¿Luke? Darth Vader nunca dice su nombre)… y así muchos otros ejemplos más.

¿Cómo te quedas? Ya lo sabes, después de leer el artículo, revisa y repasa bien tus recuerdos porque es posible que reconozcas un falso recuerdo en algo que hasta ahora considerabas real al 100%.

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