Depresión navideña
Rebeca Gómez (Psicólog@)
14 abril, 2023
Encuentros familiares, comilonas, salidas con amistades, regalos, luces, polvorones… Se acerca la Navidad, un periodo que tradicionalmente se asocia a una época de alegría e ilusión.
Sin embargo, para algunas personas la Navidad no es sinónimo de felicidad, más bien al contrario, es motivo de tristeza y melancolía.
En el artículo de hoy vamos a ayudarte a entender las razones de la llamada “depresión navideña” y te proporcionaremos claves para abordarla desde la Psicología Positiva.
Índice
¿Qué es?
Técnicamente, la depresión es un trastorno del estado de ánimo que comprende un conjunto de síntomas que se dan de manera persistente durante un periodo de tiempo mínimo de dos semanas. Estos síntomas pueden incluir: sentir tristeza casi cada día de forma constante, pérdida de disfrute, falta de interés en actividades agradables, pérdida de apetito, fatiga y/o insomnio, irritabilidad y dificultad para concentrarse, entre otros (Brown, B., 2021).
La depresión navideña se caracteriza precisamente porque estos síntomas aparecen durante una época determinada del año: la Navidad. Es por ello que, si se mantiene por más de dos semanas puede convertirse en un Trastorno Afectivo Estacional (TAE), que tiene lugar en los meses de invierno, cuando disminuyen las horas de luz solar.
Diferencia entre tristeza y depresión
A muchas personas la Navidad les es indiferente, no les agrada especialmente o incluso hay momentos en los que se sienten invadidas por una profunda tristeza producida por diferentes causas, como echar de menos a alguien o sentirse en la obligación de “ser feliz”. Sin embargo, esto no significa que padezca una depresión navideña.
Es importante conocer las diferencias entre tristeza y depresión, con el fin de entender mejor nuestras emociones y saber cómo manejarlas.
La tristeza es una experiencia emocional sana, a diferencia de la depresión, que es disfuncional, y es también una reacción normal ante algo que nos ha herido o ante unas circunstancias difíciles. Se trata de una emoción y no es patológica. A veces podemos confundirla con un "estado de ánimo depresivo", pero la tristeza sana se experimenta como una emoción pasajera, mientras que la depresión se convierte en una sensación crónica de malestar.
Por lo tanto, la tristeza es un síntoma necesario para diagnosticar depresión, pero no suficiente.
Si quieres profundizar más sobre este tema, no dejes de escuchar nuestro podcast #66 en el que abordamos precisamente las diferencias entre la tristeza y la depresión.
¡Comienza a trabajar en tus fortalezas!
- Cansancio, apatía, pérdida de interés o aversión por todo lo relacionado con la Navidad.
- Estado de ánimo o humor depresivo, de manera constante, durante la mayor parte del día y la mayoría de los días. Este estado se incrementa al entrar en contacto con todo lo relacionado con la Navidad, como ver decoración navideña, escuchar noticias relacionadas.
- Irritabilidad extrema.
- Pensamientos negativos, autocompasivos o incluso autodestructivos.
- Aislamiento y poco interés por estar en compañía de otras personas.
Posibles causas
Existen varios factores que pueden confluir para generar la depresión navideña:
- Momentos para la autorreflexión: el hecho de hacer balance de vida al final del año puede hacernos caer en la frustración, la tristeza y la nostalgia si nos hace ser conscientes de los objetivos sin cumplir, de los seres queridos que ya no están o de los sentimientos de soledad.
- Tensiones familiares: los encuentros con personas que no son de nuestro agrado puede percibirse como una “obligación social” que puede causar mucho malestar.
- Presión social: el marketing de la Navidad y los mensajes que transmiten la idea de “tener que estar felices y en familia” en esta época, junto al consumismo vinculado a estas fechas, puede ser también un factor de riesgo para desarrollar depresión navideña.
- Falta de sol: la reducción de luz solar propia de los meses de invierno puede influir en el estado de ánimo, debido a la influencia de esta en el ritmo circadiano y en la regulación de hormonas como la melatonina (que interviene en el ciclo natural del sueño).
Un estudio que analizó las emociones experimentadas en Navidad, encontró que la soledad (40%) y la ausencia de la familia (38%) son los factores que más influían en el estado de ánimo depresivo (Velamoor et al., 1999).
Si se presentan los síntomas que hemos comentado con una duración de más de dos semanas, es necesario solicitar un acompañamiento por parte de un/a profesional experto.
Cuando se trata de un “bajón” emocional que se limita exclusivamente a la época navideña, podemos tener en cuenta algunas pautas que pueden ayudarnos a sentirnos mejor:
Aprende a relacionarte con la tristeza
Algunos/as investigadores sugieren que la tristeza nos lleva a evaluar nuestra vida y a considerar la posibilidad de hacer cambios en nuestras circunstancias después de un acontecimiento negativo, así como reclutar la ayuda y el apoyo de los demás (Brown, 2021). Desde esta perspectiva, la tristeza se convierte en una herramienta más para entendernos y activar la búsqueda de formas de ser felices, algo que no ocurrirá si invertimos nuestra energía en alejar nuestra tristeza en los momentos en que la experimentemos.
Genera buenos hábitos
Cuidar la alimentación evitar el abuso de sustancias, vigilar la calidad del sueño, hacer ejercicio…. son factores de protección frente a cualquier trastorno.
No hagas cosas que te hagan sentir mal
No te sientas obligado/a a asistir a todos los compromisos sociales solo porque el calendario marque el período navideño. Busca buena compañía sin intentar estar agradando todo el tiempo a las demás personas. Puedes terminar agotado/a y poner en riesgo tu estabilidad emocional.
Promueve el equilibrio de tus fortalezas
El uso desequilibrado de determinadas fortalezas se relaciona con la presencia de síntomas depresivos.
En un estudio realizado por el Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP) se encontraron correlaciones entre sintomatología depresiva y el uso desequilibrado de las fortalezas de Crecimiento, Directividad, Innovación, Manejo emocional, Positividad y Vitalidad, cuando éstas NO se utilizan de forma equilibrada (Muñoz, 2019).
La potenciación del uso equilibrado de las fortalezas actúa como factor de protección frente a la adversidad o frente a determinados desórdenes psicológicos, previniendo el malestar.
La Psicología Positiva proporciona herramientas para incrementar el bienestar y la calidad de vida. Si te interesa todo lo relacionado al manejo de emociones complejas y te gustaría aprender las herramientas para poner el foco en los aspectos positivos de la vida y de las personas, solicita información sin compromiso de nuestro Título Experto en Psicología Positiva.
REFERENCIAS:
- Brown, B. (2021). Atlas of the heart: Mapping meaningful connection and the language of human experience. Random House.
- Muñoz (noviembre de 2019). El lado oscuro de las fortalezas [Sesión de conferencia]. Santander, España.
- Velamoor, V., Voruganti, L., & Nadkarni, N. (1999). Feelings about Christmas, as reported by psychiatric emergency patients. Social Behavior & Personality: an international journal, 27(3).
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Muy buena tu guía, la verdad es que el trastorno estacional es más común de lo que pensaba, pero esperemos que las personas que sientan eso encuentren una forma de llevarlo. Saludos.
Hola Rosana, buenos días.
Muchas gracias por compartir tu comentario.
No dejes de seguir leyendo el blog, esperaremos con ganas tus reflexiones y sensaciones por aquí.
Un abrazo FORTE