Coaching y Psicología Positiva, la “magia” del coaching de fortalezas

Eva Herber (Psicólog@)

15 febrero, 2023

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Ya os hemos hablado en el blog de las salidas profesionales de la psicología positiva, también de las salidas profesionales que tiene el coaching y de un tipo concreto de coaching, como es el coaching empresarial.

Pues bien, en el artículo de hoy vamos a ubicarnos y a detallar, viendo en profundidad qué es el coaching de fortalezas, resultado de la relación, suma y combinación de la psicología positiva y del coaching.

Coaching de fortalezas

El coaching de fortalezas como metodología se ubica en la intersección entre la Psicología Positiva y el Coaching, con lo cual se puede considerar parte de la Coaching Psychology.

Según Palmer y Whybrow (2007) la Coaching Psychology reúne intervenciones y técnicas que buscan “incrementar el bienestar y rendimiento en ambientes como de la vida personal y laboral, apoyada en modelos de coaching basados en enfoques […] psicológicos establecidos.”

De forma específica, el Coaching de Fortalezas enriquece el proceso de coaching habitual, mediante la utilización y el desarrollo estratégico de las fortalezas del coach y del coachee.

En la práctica buscamos sensibilizar a la persona a la que acompañaremos de la potencialidad de las fortalezas que tiene, buscar una aplicación eficaz de las mismas y desarrollarlas de forma óptima para mantenerlas en equilibrio.

¿SIENTES QUE TE FALTAN HERRAMIENTAS COMPLEMENTARIAS?
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El coaching de fortalezas no solo ayuda a alcanzar objetivos del coachee sino también a desarrollar las habilidades del coach.

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Fases del proceso del coaching de fortalezas

Para poder entender qué hace exactamente un/a coach de fortalezas, nos parece útil separar el proceso del coaching de fortalezas en cinco fases. En cada una de ellas el papel del/a coach tiene diferentes objetivos, prioridades y matices.

Desde la experiencia de los expertos en esta materia del IEPP es recomendable separar y diferenciar estas fases meramente por razones didácticas, dado que en la práctica no necesariamente aparecen, ni son necesarias en cada objetivo.

Tener en mente la idea de las diferentes fases y los diferentes comportamientos del/a coach en cada una de ellas es sobre todo útil en los inicios de la práctica.

Fase 1: Preparación

La fase preparatoria comprende la primera toma de contacto con la metodología del coaching de fortalezas y se usa para preparar a la persona y al coach para el inicio del proceso. Los objetivos de esta fase:

• Motivación: conocer la motivación de la persona para trabajar con las fortalezas. En clientes que directamente piden un coaching de fortalezas, el coach reforzará su motivación inicial reflejando por qué es la metodología indicada en su caso (o expondrá sus dudas si no es la intervención más adecuada).

Mira este post para saber más sobre la motivación.

• Comprensión: cuando las personas no conocen la metodología y el objetivo que se plantean se puede abordar desde el coaching de fortalezas, el/la coach puede proponer el coaching de fortalezas como una opción recomendable y explica el porqué de esa recomendación. Ayuda a la persona a comprender en qué consiste el coaching de fortalezas, cuáles son sus beneficios y premisas y metodología o herramienta se utilizará.
• Aclaración: responder a preguntas como: “¿Qué pasa si encontramos algo negativo, una debilidad que es muy relevante para mi objetivo?, ¿no lo trabajamos?”, asegurando que se trabajará todo lo que es relevante y puede ser potencialmente útil para facilitar el avance de la persona en la dirección deseada.

Las decisiones acerca de las prioridades del proceso se tomarán en conjunto.

El/la coach de vez en cuando aportará datos y conocimientos sobre Psicología Positiva que pueden informar sobre las prácticas e intervenciones que son más útiles para la mayoría de las personas. En este sentido la PsiPos sugiere que es más útil usar prioritariamente las fortalezas personales para alcanzar objetivos y también para sustituir, mitigar y superar debilidades.

• Acordar el objetivo: coach y coachee acuerdan el objetivo final que se trabajará mediante el proceso del coaching de fortalezas. Es importante describir ese objetivo de forma explícita, dado que la metodología en sí es sólo un medio para ese fin, no el fin en sí mismo.

Aunque puede ser interesante a nivel intelectual explorar las propias fortalezas sólo por explorar, el proceso sólo alcanza su máximo valor para la persona cuando se trabaja con un objetivo concreto en mente.

Fase 2: Identificación y descubrimiento

Esta fase se centra en la identificación de las fortalezas, iniciando el descubrimiento y la toma de consciencia de las fortalezas presentes. Objetivos de la fase 2:

• Identificación: según el contexto el/la coach puede partir de un cuestionario estandarizado, un test de fortalezas o una entrevista semi-estructurada para la identificación de las fortalezas del cliente. Recomendamos el uso de un cuestionario, porque aporta definiciones claras y un vocabulario más amplio de fortalezas, se genera un documento físico que la persona puede consultar y guardar. Además, aparece la posibilidad de descubrir fortalezas “latentes” de las cuales el cliente no es consciente.
• Descubrimiento: normalmente consiste de una sesión en la cual se comentan los resultados del test de fortalezas. Su objetivo es generar una identificación genuina con el perfil de fortalezas, por lo cual se explora principalmente las definiciones de las fortalezas en el perfil y qué significado tienen para la persona. El/la coach aprovecha esa fase para hacerse una idea hasta qué punto el cliente se reconoce en su perfil, qué fortalezas movilizan más energía y con cuales el/la coachee tiene una relación más ambigua.
• Comprobación: si el perfil contiene fortalezas con las cuales el cliente no se identifica, se pueden simplemente omitir y dar por no relevantes o (si se siente intrigado/a) diseñar pequeñas acciones que utilizan la fortaleza en cuestión, para que la persona pueda experimentarla en la práctica y “probar” cómo se siente con ella.
• Apreciación: el objetivo del/a coach es reflejar, celebrar y apreciar las fortalezas del coachee, transmitiendo su valor y sus potencialidades. Suele ser un momento muy positivo para la persona, porque empieza a reconocer y apreciar sus fortalezas de forma consciente.

Fase 3: Exploración de usos

Separamos la fase de la exploración de los usos meramente por didáctica, dado que en la práctica suele hacerse de forma conjunta al descubrimiento, entrelazando preguntas que permiten descubrir las fortalezas mediante la descripción de su expresión actual por parte del/a cliente.

Objetivos:

• Uso habitual: en la fase de exploración se crea consciencia de cómo el/la coachee está utilizando y expresando sus fortalezas habitualmente. El/la coach escucha de forma activa para reflejar a la persona los matices y las potencialidades que detecta en la manifestación de sus fortalezas.
• Impacto del uso: el/la coach hace preguntas poderosas y solicitar ejemplos actuales, anécdotas y recuerdos para descubrir el impacto que tiene el uso de las fortalezas en la vida de la persona, incluyendo su uso óptimo, posibles desequilibrios, interacciones entre diferentes fortalezas y posibles dilemas.
• Intuición: el/la coach puede aprovechar esta fase para comprobar si algunas impresiones intuitivas que se han ido formando se ajustan a la vivencia del/a cliente (“Cuando me contaste de tu año en Suiza me dio la impresión que disfrutaste muchísimo de las aventuras que vivías allí. Parece que te desenvuelves muy bien en situaciones de riesgo y de incertidumbre, ¿Te consideras valiente o incluso aventurero/a, es decir, te gustan las situaciones que implican un cierto riesgo?”)
• Generación de usos (potenciación): para una primera toma de contacto más consciente de la expresión de las fortalezas, se generan acciones para poner en práctica fortalezas seleccionadas. Las acciones en esta fase pueden incluir ejercicios estándares o personalizados que requieren usar las fortalezas de formas nuevas e innovadoras. Así la persona puede observar qué impacto tienen en su nivel de energía, bienestar y determinar qué papel van a jugar en alcanzar su objetivo final.

Fase 4: Desarrollo de fortalezas

El/la coach empieza a profundizar en el uso óptimo de las fortalezas y vincularlo con el objetivo final del cliente.

Apoya al/a coachee en la generación de estrategias basadas en fortalezas. Su labor fundamental en esa fase es asegurar que el cliente pone en práctica esas estrategias, observar su impacto y refinarlas en caso de necesidad para seguir avanzando en la dirección del objetivo acordado. El foco de atención y objetivos del/a coach de fortalezas estará puesto en los siguientes procesos:

• Moderar/Equilibrar: determinación de las situaciones concretas en la que el cliente necesita optimizar (reducir o moderar) el uso de sus fortalezas sobre-utilizadas que pueden entorpecer el avance hacia su objetivo. Implementar estrategias alternativas.
• Combinación: identificar e implementar combinaciones poderosas de fortalezas cuyo uso conjunto genera un resultado excepcionalmente útil con respeto al objetivo en cuestión.
• Profundización: explorar en profundidad las fortalezas más relevantes para el objetivo, con una atención especial a fenómenos como la inhibición de fortalezas, el impacto social de las fortalezas, la sensibilidad al fracaso o la aparición de nuevas situaciones de sobreutilización.
• Sustitución y apoyo: en caso de haberse encontrado con fortalezas desequilibradas o debilidades relevantes que requieren ser abordadas para asegurar el desarrollo del cliente, se identifican las fortalezas presentes y equilibradas del cliente que podrán ser utilizadas para sustituir o apoyar la debilidad.

Fase 5: Generalización

Una vez que la persona ha conseguido avances significativos o alcanzado su objetivo primario, el/la coach pasa a una fase de generalización, en la que se identifican las claves de éxito personales que ha podido experimentar y probar durante el proceso.

Las preguntas poderosas en esta fase tienen como objetivo generalizar la experiencia de uso estratégico de las fortalezas y generar una percepción de autoeficacia y “replicabilidad”. Para seguir interiorizando el aprendizaje y aumentar la independencia de la persona el/la coach puede animar a aplicar la estrategia del desarrollo de fortalezas:

• A otros objetivos
• A otros ámbitos
• A otras personas

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