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Inteligencia Emocional en el Liderazgo
Aroa Ruiz (Psicólog@)
14 abril, 2023
“El liderazgo no es sinónimo de dominación, sino el arte de convencer a la gente de que colabore para alcanzar un objetivo común”.
Daniel Goleman
¡Comienza a trabajar en tus fortalezas!
Rebeca Gómez
Hoy abordamos un tema que interesa mucho a nuestros lectores y que combina y aúna otros dos conceptos de los que por separado ya hemos escrito en nuestro blog previamente, por un lado la Inteligencia Emocional y por el otro, el Liderazgo.
En este post vamos a ver más en detalle la Inteligencia Emocional en el liderazgo y cómo podemos potenciar esa inteligencia emocional para convertirnos en un buen líder.
A modo de resumen te recuerdo, como ya os explicó mi compañera Sonia Castro en el artículo Inteligencia Emocional, el arte de la interpretación, que la inteligencia emocional es la capacidad que tenemos las personas para reconocer los propios sentimientos y también los sentimientos y emociones ajenas. De esta forma, cada persona será más o menos hábil en el manejo de los sentimientos, esto es, será más o menos inteligente emocionalmente hablando.
Del liderazgo, en el post llamado Liderazgo positivo y en el artículo llamado Cómo ser un buen líder también os hemos detallado qué características son elementales y nos ayudan a la hora de poder ejercer un buen liderazgo, y la inteligencia emocional por supuesto es una de ellas.
Cómo influye
Está bastante claro que contar con una buena inteligencia emocional ayudará a la persona en su camino hacia el liderazgo, pero, ¿cómo?
Según la teoría y el modelo de Daniel Goleman, hay cinco componentes que conforman la Inteligencia Emocional, componentes de los que ya os hemos hablado en el blog: autoconciencia emocional, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales.
Pues bien, vamos a ir punto por punto viendo cada elemento para saber cómo lograrlo.
- Autoconciencia emocional. Cuando un líder tiene la capacidad de poder ser consciente y darse cuenta de cómo se siente, de cuáles son sus verdaderas emociones, afectará de manera positiva de cara a la relación con el resto del equipo, y es que sabrá también cómo sus emociones, acciones y conductas pueden afectar a los demás, modulándolas si fuese necesario.
Trabajar este elemento de autoconciencia emocional se puede lograr con la ayuda de papel y lápiz. ¡Muy sencillo! Escribe qué sientes o qué has sentido ese día en un cuaderno de registro, después podrás releerlo y revisarlo las veces que quieras.
Haciendo esto poco a poco, tendrás una mayor conciencia de ti mismo/a.
- Autorregulación. Este elemento se relaciona con el control, con el equilibrio y con la toma de decisiones pautadas y nada impulsivas. Una buena autorregulación, conseguirá que en los equipos de trabajo haya menos ataques verbales y menos insultos en momentos de intensidad emocional, de estrés y de mucha presión.
Una buena manera de entrenar esta característica de la Inteligencia Emocional en los líderes es practicar a través de la propia imaginación. Puedes cerrar los ojos e imaginarte en diferentes situaciones complicadas y difíciles de resolver, y explorar qué harías para resolver de manera satisfactoria cada embrollo. De esta manera entrenarás y te acostumbrarás a regular las propias emociones.
- Motivación. Si un líder o jefe de equipo no se siente motivado, poco motivará entonces al resto del equipo y a sus compañeros/as. Este factor es realmente importante.
En ocasiones es fácil caer en la desmotivación y perder el foco y los objetivos que llevan al líder a sentirse motivado/a en su trabajo diario. Para que esto no pase, (y ocurra lo menos posible) habrá que traer al momento presente, y no olvidarse de la gasolina que empuja la tarea, tratar de recordar por qué y para qué se hace lo que se hace.
- Empatía. La capacidad de “ponerse en los zapatos” del otro/a es imprescindible para un liderazgo positivo y de calidad. Entender al que tengo a mi lado, sus momentos complicados, los de éxito… es una herramienta fundamental para ayudar al equipo a desarrollarse, a gestionarlo de cara a que se sientan escuchados, comprendidos y a lograr también los objetivos comunes. Lee AQUÍ más acerca de la EMPATÍA.
¿Una manera de trabajar la empatía? Intercambio de roles, esto es, ponte en el lugar de otra persona del equipo para poder ver, sentir y entender desde tu piel, su punto de vista. Si lo haces de manera habitual, estarás entrenando la capacidad de empatía.
- Habilidades sociales. Junto con la empatía, las habilidades sociales también son fundamentales a la hora de llevar a la práctica un buen liderazgo.
Y es que este elemento favorece mucho la tarea de la comunicación en los equipos, saber escuchar de manera activa, ser asertivo, y expresar las decisiones de manera correcta. Toma nota, los líderes que poseen buenas habilidades sociales, de manera habitual también son buenos en la gestión del cambio y en la resolución de conflictos.
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Licenciada en Psicología, Máster en Coaching e Inteligencia Emocional e Instructora de Mindfulness. Psicóloga, Coach y Docente en el Instituto Europeo de Psicología Positiva.
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