¿Realmente funciona combinar el Mindfulness con la Gestión Emocional y el desarrollo de las fortalezas personales?
Quizá una de las preguntas más utilizadas en las ciencias es esta, cómo demostrar que algo es de verdad efectivo.
¿Cómo sabemos si esa técnica que se ha utilizado, ese fármaco que se administró o ese tratamiento que te prescribieron ha funcionado? La respuesta es sencilla, pero el método quizás es más complejo: midiendo.
Ahora, ¿cómo sabemos si al aplicar un tratamiento, éste ha tenido un impacto positivo en nuestros pacientes, alumnos/as o clientes?
Tomando dos medidas. La primera la medimos antes de aplicar el tratamiento y la segunda después de la aplicación, iy voila!, ya solo nos faltaría añadir un poco de estadística al asunto, dar unos cuantos clicks en nuestro programa de análisis favorito y así comprobaremos si existe o no una diferencia significativa (suficientemente grande como para asegurar esa diferencia) entre esas dos medidas.
Nuestro objetivo en este artículo es mostrar, cómo el curso de Mindfulness y Gestión Emocional del IEPP, ha disminuido los niveles de ansiedad, depresión y estrés, y cómo ha aumentado la satisfacción con la vida y el uso equilibrado de las fortalezas.
Mejora en la satisfacción con la vida
El análisis de esta medida se realiza con la escala SWLS (Satisfaction With Life Scale), la medida que hemos tomado es la media de las puntuaciones totales. Obtuvimos 24,9 en la primera medición, justo antes de que el alumnado comenzase el curso, y la segunda medida que obtuvimos, fue 27,5, justo al terminarlo. Es decir, se produjo un aumento de un 25,7% en cuanto al nivel de satisfacción con la vida. Esto se traduce en que de media, las personas que recibieron el tratamiento, aumentaron un 25,7% su satisfacción con la vida.
Disminuye síntomas de ansiedad, estrés y depresión
Para este análisis, se utilizó la escala DASS-21 (Depression, Anxiety, and Stress Scales with 21 items). Cómo en la sección anterior, se tomaron las dos medidas correspondientes, una antes de comenzar el curso, obtuvimos 13,2 de media y otra después de finalizarlo, 9,6 de media. Una vez obtenemos esta medidas y realizando el análisis pertinente, comprobamos que existe una disminución significativa de estos síntomas. Se reduce un 27.2% los síntomas de ansiedad, estrés y depresión. Si realizamos un análisis más pormenorizado sobre las diferentes dimensiones que componen esta escala (ansiedad, estrés y depresión) observamos que es en la escala depresión en la que mayor reducción hay de estos síntomas (un 34.6%) mientras que en ansiedad y estrés disminuyó un 28.4% y un 26,9% respectivamente. Concluimos entonces que, gracias al curso los alumnos y alumnas han reducido sus síntomas un 27.2%.
Más equilibrio
Las fortalezas son como un equilibrista, no es recomendable tener más peso en un lado que en otro. Muestran su funcionamiento óptimo cuando no son extremas, cuando se sitúan en el centro. El cuestionario FORTE es el que hemos utilizado para medir las fortalezas, antes y después del curso. La mejora en este caso se produce cuando hay más fortalezas en verde, es decir, en equilibrio.
Lo primero y como siempre, se comparan ambas mediciones y obtenemos una diferencia significativa entre ambos momentos, pero esto solo nos ha indicado eso, que han habido cambios ¿Son esos cambios positivos? Para ello utilizamos una herramienta, sencilla y muy útil; la tabla de frecuencias, comprobando que si en la fase previa al tratamiento había un 70,8% de las puntuaciones en equilibrio y en la fase posterior había un 77,8%, podemos concluir, que, habiendo diferencia significativas entre ambas mediciones y comprobando el aumento del 7% en el equilibrio y la disminución a su vez en las puntuaciones de las fortalezas muy presentes (17,8% a 15,1%) y fortalezas poco presentes (11,4% a 7,2%), el curso ha supuesto una mejora estadísticamente significativa del 7% en el uso equilibrado de las fortalezas de los alumnos y alumnas.
Las fortalezas que han mostrado mejorar más con el entrenamiento en mindfulness han sido Armonía, Manejo Emocional, Aceptación, Positividad, Universalismo, Directividad, Persistencia, Humor, Perdón, Compromiso y Gratitud.
Efectividad de la formación de Mindfulness y Gestión emocional del IEPP
Conclusiones
El Mindfulness ha mostrado en diferentes estudios tener efectos beneficiosos tanto para la salud mental como física. El Curso de Mindfulness y Gestión Emocional es un ejemplo más de cómo, con un programa estructurado, se pueden obtener esos efectos positivos.
Lo diferencial de este curso es el enfoque en la gestión emocional y en el uso de las fortalezas personales, que permite adquirir herramientas, no sólo para el entrenamiento de la atención plena, sino que también ayuda a potenciar el bienestar psicológico y a disminuir el malestar, tanto los síntomas depresivos, como la ansiedad y el estrés.
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