Efecto Pigmalión, el enorme poder de las expectativas
vanesaeiepp (Psicólog@)
6 febrero, 2024
"Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil"
Albert Einstein
No es la primera vez que en el blog dedicamos un artículo para explicar en profundidad un sesgo cognitivo psicológico. Ya lo hicimos con el conocido “Efecto Halo”, y hoy le toca el turno al curioso y llamativo efecto Pigmalión o Profecía Autocumplida.
Índice
Origen
Cuenta la mitología griega que Pigmalión fue un famoso escultor que terminó enamorándose locamente de una de sus esculturas, en concreto de su obra llamada Galatea. Tal fue el amor que sentía hacia ella que la diosa Afrodita, muy conmovida por el deseo de Pigmalión y empujada por su compasión, finalmente le otorgó vida a la escultura, transformando a Galatea en un ser humano, la convirtió en una mujer de carne y hueso. Más tarde Pigmalión se casó con ella y fruto de su amor, nació su hija Pafo. La expectativa cargada de deseo se hizo finalmente realidad.
¿Qué es el Efecto Pigmalión?
El efecto Pigmalión es un término que se utiliza en psicología para referirse al fenómeno por el cual las expectativas y las creencias que posee una persona influyen directamente en las conductas, en el rendimiento y en los resultados de otra, bien sea de manera positiva, produciendo un alto rendimiento, o por el contrario afectando de manera negativa sobre el mismo, saliendo así perjudicado.
Término que ya se manejó en el año 1965 por el psicólogo social Robert Rosenthal a raíz de unos experimentos realizados.
Cuando estas expectativas (ya sean altas o bajas), proceden del propio individuo hacia sí mismo, se produciría el mismo fenómeno, pero en vez de efecto Pigmalión, lo denominaríamos “Efecto Galatea”.
Ejemplos
Vamos a ver tres ejemplos claros y evidentes del efecto Pigmalión: en el colegio o en la escuela, en el sector de la empresa y en el entorno familiar.
- El efecto Pigmalión en la Educación. En este campo es donde más se ha estudiado y se ha experimentado este efecto. De hecho, una de las investigaciones más importantes, la de Rosenthal y Jacobson en 1968, se realizó en el entorno escolar. En ella se informó a un grupo de profesores que a sus alumnos se les había realizado una prueba para evaluar sus capacidades intelectuales (prueba que nunca se realizó). Más tarde, se les indicó (de manera inventada) cuáles habían sido aquellos que habían obtenido los mejores resultados, afirmando además que serían los que mejor rendimiento tendrían posteriormente. Al finalizar el curso escolar, ocho meses después, así pasó, esto es, aquellos que habían sido considerados mejores, sí tuvieron un rendimiento mayor. ¿Magia? Por supuesto que no, efecto Pigmalión. 😉 Los profesores se habían creado unas altas expectativas en relación a ellos y actuaron a favor para que éstas se cumplieran. Por tanto, se demostró que las expectativas de los profesores sobre los alumnos pueden llegar a condicionar su comportamiento y también afectar a su evolución académica.
- El efecto Pigmalión en la Empresa. También este efecto es muy importante para mejorar la productividad de las empresas. Un ejemplo claro de ello lo comprobamos cuando un trabajador recibe de manera continuada la aceptación y el reconocimiento de su jefe, aquí, su autoestima sube y existe una alta posibilidad de que el empleado muestre un alto desempeño en sus actividades y funciones. En el polo opuesto tendríamos justo lo contrario, y es que cuando de manera habitual, las capacidades y funciones de un trabajador son criticadas lo que ocurre, de nuevo por el efecto pigmalión, es una disminución en la calidad del trabajo. De esto se deduce que transmitir expectativas positivas sobre un grupo determinado, impacta en el buen rendimiento de ese grupo de personas.
- El efecto Pigmalión en Casa. Tenemos que tener mucho cuidado de lo que este efecto puede provocar en los niños desde la comunicación que utilicemos en casa. La familia (padres, hermanos, abuelos…) son una gran influencia en los niños y sus expectativas más o menos directas, pueden llegar a producir mucha presión sobre ellos. Por esto es fundamental y muy importante generar expectativas positivas sobre los más pequeños.
Posibles consecuencias negativas
Pero el Efecto Pigmalión también puede producir un efecto nocivo, ¿cómo? haciendo que probablemente si le hablo a mi hij@ o a mi alumn@, desde mi propio filtro, diciéndole que tiene que esforzarse por aquello que yo no he conseguido, el mensaje que el pequeño capte sea que, como yo, no lo va a poder alcanzar, ejemplos de esto pueden ser las frases del tipo: “¿quieres que te pase como a mí y no terminar los estudios?, ¿sabes que si no te esfuerzas ahora es muy posible que como yo no consigas alcanzar tus sueños?...
Esto pasa porque las expectativas sobre el otro cambian al pasarlas por mi propio filtro personal.
El adulto lo hace de manera inconsciente, por supuesto que no tiene la culpa de ello, de hecho muchas veces lo hace esforzándose y creyendo que esta forma de hablar es lo mejor para ese menor, y que haciéndolo así le va a motivar y no lo contrario.
Para conseguir evitar esto, los mayores debemos tener claras y yo diría que también cristalinas 😉 cuáles son esas expectativas reales que queremos transmitir al menor y por qué.
Es imprescindible que les comuniquemos y les recordemos de manera habitual cuáles son sus cualidades, sus puntos fuertes y sus habilidades.
Conclusiones
- En la actualidad y neurocientíficamente hablando hoy ya sabemos que cuando alguien confía en nosotros y nos contagia esa confianza, nuestro sistema límbico acelera la velocidad de nuestro pensamiento, incrementa nuestra lucidez, nuestra energía y en consecuencia nuestra atención, eficacia y eficiencia.
- Si alguien que tenemos cerca nos apremia, nos motiva, nos anima, nos valora, y nos trasmite que SI podemos conseguir ciertas metas, hará que generemos en nosotros mismos creencias potenciadoras, esto es, creencias positivas acerca de nosotros que nos ayudarán y nos impulsarán a alcanzar esas metas de verdad y que mejoran y potencian nuestro rendimiento final.
- Si alguien que tenemos cerca NO confía en nosotros, ni en nuestras habilidades o capacidades, hará que se formen creencias limitantes e incapacitantes que afecten de manera negativa en nuestra autoestima (aquí puedes encontrar todo sobre la autoestima) y por lo tanto en nuestra capacidad para poder alcanzar y conseguir lo deseado.
Así que ahora que gracias a Pigmalión somos conscientes de que nuestras palabras, gestos, creencias y acciones influyen en el otro, ¿por qué no utilizarlo para reforzar sus capacidades y generar en él un sentimiento de valía y buena autoestima que le acompañe toda su vida? 😉
¿Empezamos?
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Gracias...
Buenos días Ximena. Yo también te doy las gracias 😉 ¿Por qué? Primero por dedicar unos minutos de tu tiempo a leer nuestro post sobre el Efecto Pigmalion y también por dejar aquí tu comentario.
Te invito a que leas el resto de artículos del blog y que los comentes cuando quieras. Nos encantará conocer tus sensaciones.
Un abrazo enorme y feliz semana 😉
Gran explicación del tema, se nota el conocimiento.
He pensado en desarrollar actividades para fortalecer los 4 componentes de comunicación que se ven en el efecto pigmalión, esto con el fin de desarrollarlas en un equipo de trabajo; como experta en el tema conoces alguna?
Buenos días Lina.
Muchas gracias a ti por estar ahí detrás, por leer nuestros artículos y además por dedicar tiempo a dejar tu feedback😉
Siento no poder ayudarte en lo que me preguntas.
Mucha suerte con esas actividades 😉
Feliz día y un fuerte abrazo virtual
Justo hace un par de semanas me hablaron sobre el efecto Pigmalion. Conocía el concepto, pero no sabía que se llamaba así.
Cuando nos repiten una y otra vez que no podemos hacer algo o que hay algo que se nos da mal, acabamos interiorizándolo y creyéndolo.
Debemos tener mucho cuidado con nuestras palabras y con la forma de expresarnos, tienen mucha fuerza tanto sobre los demás como sobre nosotros mismos.
Una lectura muy interesante.
Buenos días Céline, muchas gracias por leernos y por dejar por escrito tus reflexiones. Efectivamente, nuestro lenguaje interno es muy importante, así que es fundamental cuidar de él y que nos lance mensajes positivos y nunca incapacitantes.
Muchas gracias y un fuerte abrazo
muchas gracias, hoy aprendi mucho sobre pigmalion, ya sea con palabras o gestos se pueden transformar personas...
Buenos días Josety. Muchas gracias por dedicar tiempo a leer nuestro blog, por dejar tus comentarios y sobre todo por tu feedback. Nos alegra mucho saber que el contenido te ha resultado interesante. Te animo, si aún no lo has hecho, a brujulear por el resto de artículos que espero te resulten igual de interesantes.
Un abrazo virtual y que tengas una estupendo jueves😉
Me gustaría saber si este efecto es permanente en todas las personas o existen edades o etapas de madurez que nos vuelvan más vulnerables a esta influencia externa. Saludos desde México
Buenos días Elisa, gracias por leernos. Se trata de un sesgo innato en el ser humano, pero hay factores de protección como una autoestima sana, buen autoconcepto, autoimagen, autoeficacia y una correcta gestión de las expectativas de los otros que harán que sea más difícil caer en él.
Un saludo y feliz semana
Y, ¿sucede lo mismo cuando no externamos esas expectativas, sino simplemente las visualizamos personalmente? Como cuando me veo profesionalmente en el futuro o sobre lo que espero de mi pareja, por ejemplo.
¡Buenos días Frida!
Gracias por leernos. Eso es, ocurre de la misma manera.
Que tengas un estupendo lunes 😉