El suicidio en adolescentes, sufrimiento profundo y silencioso
Rebeca Gómez (Psicólog@)
18 abril, 2024
Hace poco que compartimos en nuestro blog un artículo en el que hablamos del suicidio, en nuestro post detallamos ciertos mitos que existen, los factores de riesgo y cómo pedir ayuda y qué hacer en caso de estar o de tener cerca a una persona en una situación vulnerable, hoy le damos su espacio al suicidio en adolescentes.
Lee pinchando AQUÍ nuestro artículo sobre el suicidio.
Y es que seguimos escribiendo sobre este tema tan importante, pero poniendo el foco principalmente en la adolescencia porque durante las últimas semanas no he dejado de leer, de escuchar y de ver en los medios de comunicación cómo las cifras del suicidio en adolescentes y personas menores de 35 años han aumentado de manera considerable.
“Estoy cansada de que me hagan bullying en la escuela, no lo soporto. Yo quiero ser feliz, pero evidentemente yo esto lo voy a sufrir el resto de mi vida y tomé la decisión de no seguir”
Aún se me eriza el bello al recordar uno de los últimos casos de suicidio en adolescentes, el de dos hermanas gemelas que con tan sólo 12 años se lanzaban al vacío desde la ventana de su casa en Barcelona mientras su padre dormía la siesta.
Las cifras hablan
El suicidio en adolescentes representa un problema de salud pública grave y creciente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que es la segunda causa principal de muerte a nivel mundial entre adolescentes y jóvenes de 15 a 29 años de edad. (OPS/OMS, 2014)
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) se ha pasado de los 11 casos de suicidio en adolescentes registrados en el año 2020, a los 21 suicidios en el año 2021. Esto supone un incremento muy significativo, las cifras casi se han duplicado.
Desde la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) refieren que entre los años 2012 y 2022, los casos atendidos por ideación suicida se han multiplicado por 23,7 y los intentos de suicidios por 25,9.
Pero antes de continuar te recordamos que en la actualidad el teléfono 024 es el de atención a la conducta suicida. Está disponible las 24 horas al día y está gestionado por profesionales de la psicología expertos en la materia que te escucharán, sin juzgar, para que toda persona que lo necesite no se sienta sola.
Señales de Alerta
Nunca se puede atribuir el suicidio a una sola causa. Es un fenómeno multicausal en el que influyen diferentes factores. Pero sí que podemos recordar la importancia de observar ciertas señales de alerta que nos pueden ayudar a prevenir el final menos deseado.
Verbales
- Comentarios o verbalizaciones negativas propias y/o sobre su vida, en los que aparecen la culpa y la desesperación, como “soy un inútil”, “mi vida ya no tiene sentido”…
- Despedidas verbales y/o escritas inesperadas como “quiero que sepas que has sido súper importante para mí”, “te agradezco mucho todo lo que has hecho por mi”…
- Comentarios y/o verbalizaciones negativas sobre su futuro, como “no le veo la salida”, “lo mío no tiene solución”…
- Comentarios y/o verbalizaciones relacionadas con el acto suicida o la muerte, que pueden interpretarse como que tal vez ya no estén aquí mucho tiempo, como “me encantaría dormir y no despertar nunca”, “estoy cansada de sufrir tanto, necesito descansar para siempre”…
No verbales
- Cambio repentino, brusco y llamativo en su conducta y en su manera de comportarse. Este cambio lo podemos observar en dos sentidos diferentes:
• Con un aumento significativo de la irascibilidad e irritabilidad. De tal manera que notamos al adolescente más agresivo de lo habitual, sin respetar límites que antes sí respetaba y con aparición de insomnio y/o problemas para dormir.
• Periodo de calma y de “aparente” tranquilidad repentino tras una etapa de elevada agitación.
- Falta de interés y de ganas en las actividades escolares con las que antes sí disfrutaba.
- No implicarse en ninguna actividad o grupo: deportes, juegos, viajes, salidas de fin de semana…
- Actitud pasiva, apatía, tristeza.
Lee AQUÍ más acerca de la tristeza.
- En los recreos del colegio se les puede ver solos/as, aislados/as y con una actitud distante y retraída.
- Consumo inusual de alcohol u otras drogas, cuando nunca antes había consumido este tipo de sustancias y comenzar a tener comportamientos de riesgo.
- Disminución y descenso general en las calificaciones de las asignaturas. No sólo en la nota final, sino también en la implicación, dedicación y esfuerzo. Ausencias injustificadas y comportamiento inadecuado.
- Regalar objetos muy personales, preciados y queridos a hermanos/as y/o amistades. Objetos de los que un tiempo atrás era impensable que se quisiera deshacer.
- Despedidas inusuales y que pueden llamar la atención de su entorno cercano realizadas a través de cualquier medio de comunicación: WhatsApp, correo electrónico, redes sociales. También puede pasar que ejecuten esas despedidas en persona, ¿cómo? con un fuerte e inesperado abrazo por ejemplo.
- Cerrar y deshabilitar redes sociales que tenían activas como Facebook, Twitter, Instagram, TikTok, etc.
- Resolver, finalizar y terminar asuntos pendientes de los que con anterioridad se procrastinaba.
Aprende un poquito más sobre la procrastinación AQUÍ.
La Psicología Positiva se centra en el uso de las FORTALEZAS personales para incrementar el bienestar de las personas
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Cómo actuar
- Observar y escuchar. Prestar mucha atención, agudizar todos los sentidos para poder captar cualquier señal es importantísimo.
- Mejorar las habilidades de comunicación, preguntar y escuchar. Una buena comunicación y nivel de confianza con la persona adolescente será fundamental para que sienta comodidad y que se abra.
- Tener siempre a mano y disponibles los teléfonos de emergencia y de ayuda que se han de marcar en caso de que sea necesario.
- Limitar el acceso a posibles medios lesivos. Es recomendable no dejar a mano para el/la adolescente en riesgo posibles elementos que le puedan servir para materializar el acto: pastillas, objetos cortantes…
- Intentar que esté lo más acompañado/a posible, no dejarle en soledad e involucrar a su entorno y red de apoyo en esto mismo: profesorado, amistades, compañero/as…
Termino este post de la misma forma que finalicé el “del suicidio, no miremos a otro lado” invitándote a que te pongas en contacto con nuestro equipo si te has sentido identificado/a con lo que hemos compartido aquí.
De la misma manera, si tú que nos lees eres un/a profesional de la salud o de la educación y quieres abordar la conducta suicida en la adolescencia con herramientas de la Psicología Positiva, fórmate con nosotros/as, matricúlate ya en nuestro Máster Online de Psicología Positiva Aplicada para aprender todo lo que las fortalezas personales te pueden aportar.
Y es que entrenar a las personas vulnerables a la depresión y a las ideas suicidas a un mejor manejo de sus fortalezas personales ha demostrado ser útil para reducir la ansiedad, la depresión y mejorar la resiliencia, siendo una forma de intervenir en la prevención del riesgo suicida.
Fuentes de datos:
- Fundación ANAR (2022). “Conducta Suicida y Salud Mental en la Infancia y la Adolescencia en España (2012-2022), según su propio testimonio.”
- “¡No estás solo! Enséñales a vivir”. Guía para la prevención de la conducta suicida dirigida a docentes de la Comunidad de Madrid (2016).
- https://www.savethechildren.es/actualidad/suicidios-adolescentes-espana-factores-riesgo-datos
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