Trastornos del Espectro Autista, TEA

Rebeca Gómez (Psicólog@)

28 noviembre, 2023

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¿Sabías que 1 de cada 100 personas tiene TEA?

“1 de cada 100 personas en España lo presenta. Una condición que afecta a la forma de pensar y comportarse, a la comunicación y la interacción con los demás.”

Confederación de Autismo de España

Tras artículos como el de Disciplina Positiva o el de Psicología Infantil en los que los protagonistas son los más peques de la casa y atendiendo a que el pasado 18 de Febrero se celebró el día Internacional del Síndrome de Asperger, hoy nos acercamos a un tema que nunca antes habíamos abordado en nuestro blog del IEPP y que interesa mucho a nuestros lectores, los trastornos del espectro autista, conocidos como TEA. 

Según datos de la Confederación de Autismo de España, en nuestro país no contamos con estudios poblacionales, ni censos oficiales que nos indiquen cuántas personas con trastorno del espectro del autismo hay diagnosticadas actualmente en nuestro país. 

Sin embargo, sobre prevalencia, los estudios epidemiológicos realizados en Europa sí apuntan y muestran un caso de TEA por cada cien nacimientos (Autism Europe – aisbl, 2015). Por ello, estimamos que hay más de 450.000 personas con autismo en nuestro país, cifra que se eleva a casi un millón y medio de personas vinculadas al trastorno, si tenemos en cuenta también el impacto que produce en sus familias.

Lo cierto es que en los últimos años hemos comprobado un aumento exponencial de los casos de TEA en el mundo; según la Asociación de Autismo de Galicia, el número de nacimientos de niños/as con diagnóstico de TEA sigue aumentando, dando un incremento en la prevalencia de un caso de TEA por cada 100 nacimientos.

Actualmente se estima que en España puede haber unas 450.000 personas con TEA y en Galicia unas 27.000.

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Qué significa TEA

Lo primero de todo es conocer qué es en realidad el TEA. Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son un conjunto de alteraciones que afectan al desarrollo infantil. Dichas alteraciones se producen porque existe un trastorno neurológico crónico de base.

Dentro de los TEA encontramos cinco trastornos diferenciados, de los cuales el Autismo sigue siendo el más popular y conocido en la población normal. 

• Autismo.
• Síndrome de Rett.
• Síndrome de Asperger.
• Trastorno desintegrativo infantil o síndrome de Heller.
• Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.

El TEA es una condición genética, aunque hasta el momento no se ha descubierto un único gen directamente vinculado con el autismo, sino que es el resultado de múltiples mutaciones en interacción con el ambiente.

La forma en la que estas alteraciones se manifiestan varía mucho de un niño o niña a otro/a, de ahí que se hable de un "espectro" o de un "continuo de trastornos", es decir, que existen diferentes maneras, formas o caminos en los que los síntomas de este tipo de trastornos aparecen y lo mismo ocurre con la gravedad de los mismos, que varía mucho de unos casos a otros, las diferencias individuales son potentes. 

Por tanto, el concepto TEA engloba desde casos más graves a casos más leves y de muy buen pronóstico. Además, sabemos que los TEA son más comunes en niños que en niñas y que ocurren por igual en cualquier grupo cultural y social; en relación con esto, la investigación ha apuntado durante años a que el TEA se presenta cuatro veces más en el caso de los hombres que en las mujeres. No obstante, en los últimos años han crecido los estudios que señalan una diferencia menor en esta proporción, considerando una ratio de hasta 3,2 niños por cada niña (Confederación Autismo España).

A qué áreas afecta

Como he comentado más arriba las áreas, los síntomas y la forma en la que se pueden presentar estos trastornos puede ser muy diversa y variada, pero principalmente tres son las áreas afectadas de manera habitual y en las que se suele trabajar:

• Lenguaje y comunicación. La forma en la que se comunican las personas con TEA varía mucho dependiendo de su desarrollo intelectual y social. Podemos encontrar niños y niñas con TEA con habilidades muy limitadas en el lenguaje, con ausencia o retraso de este, o por el contrario, otros con amplio vocabulario y capaces de comunicarse de manera clara y concisa. 
• Interacción social. El lenguaje corporal y no verbal también supone un reto para ellos, y es que generalmente evitan el contacto visual tan importante en este tipo de lenguaje. Es común que los niños y niñas con un trastorno del espectro autista no puedan hacer gestos (señalar objetos) para dar significado a lo que dicen, por lo que puede aparecer la frustración, en forma de arrebatos, rabietas y comportamientos que parecen inapropiados y fuera de lugar, ante la incapacidad para expresar sus emociones, necesidades y pensamientos. 
• Flexibilidad de comportamiento y del pensamiento. No sé si conoces a algún niño o niña con TEA, si es así seguro que no te extraña nada la frase…“es que sólo le interesan los dinosaurios, está obsesionado con ellos” y es que la rigidez está muy presente en ellos. Les cuesta mucho adaptarse a la novedad, ser flexibles y aceptar los cambios de forma natural.

Cómo se diagnostica 

Un diagnóstico precoz es fundamental para poder intervenir lo antes posible de cara a un mejor pronóstico y poder mejorar así su calidad de vida. Y es que de manera habitual, cuanto antes se identifique y se intervenga sobre el TEA, mejor será su pronóstico y la calidad de vida para las personas que lo presentan, principalmente de cara a recibir los apoyos adecuados y una atención temprana, que va desde los 0 a los 6 años.  

Como podréis imaginar ya, ante tanta diferencia individual, el diagnóstico en TEA no es nada sencillo, de hecho, no se realiza, como sí pasa con otros trastornos, ante la presencia o ausencia de determinadas características concretas o marcadores biológicos determinados, no, en el caso de TEA, siempre que haya una sospecha será necesaria una evaluación multidisciplinar exhaustiva, específica y concreta llevada a cabo por un conjunto de profesionales de diversas áreas con formación específica en TEA, de la medicina, de la psicología y, por supuesto, también de la educación. 

Por lo tanto, sólo podemos diagnosticarlo conductualmente, observando los patrones de comportamiento de la persona y su historial de vida e interacción con el entorno. Este equipo de profesionales pasará diversos exámenes, evaluaciones psicológicas, valoraciones genéticas y exploraciones otorrinolaringológicas, sin olvidarse de la evaluación del entorno. 

Esto es sólo una pequeña, pequeñísima pincelada de un tema tan amplio e importante como lo es el TEA. 

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Fuentes de datos: 

• Zeidan, J., Fombonne, E., Scorah, J., Ibrahim, A., Durkin, M. S., Saxena, S., & Elsabbagh, M. (2022). Global prevalence of autism: A systematic review update. Autism Research, 15, 778–790.