7 claves para superar la depresión postvacacional

Aroa Ruiz (Psicólog@)

13 abril, 2023

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Hoy recuperamos un tema del que ya hemos hablado antes en nuestro blog, el síndrome postvacacional y sus efectos en el día a día, para conocer un poco mejor cuales son las claves para superar la depresión postvacacional.

Llega el final del verano y con él, la vuelta a la rutina laboral puede causar una serie de síntomas físicos, emocionales y psicológicos a los que debemos prestar atención, pero ¿Qué personas tienen más riesgo de sufrir estrés postvacacional?

Según datos de Adecco (2018), un tercio de los trabajadores sufre depresión postvacacional al volver al trabajo y, recalca que las personas más propensas a sufrir el síndrome postvacacional son las que tienen menor tolerancia a la frustración, las menos resilientes, las que disfrutan de unas largas vacaciones y las que vuelven a un entorno laboral hostil. 

Aunque algunos de estos factores nos pueden resultar más difíciles de controlar, como con cualquier otra circunstancia, siempre podemos hacer algo para sufrir menos y transformar el malestar producido por el regreso en una readaptación más saludable.  

Y es aquí donde la práctica del Mindfulness y la meditación pueden ayudarnos a trabajar para reducir el estrés y el malestar que podemos llegar a experimentar.

Claves para superar la depresión postvacacional 

El estrés

Justo cuando desconectas y te acomodas a un ritmo de vida más sano y con el que te sientes a gusto y...¡pum! Te toca volver al trabajo. Este choque de realidades puede provocar mucho estrés, sobre todo en las personas que trabajan en entornos laborales hostiles y con mucha presión.

La práctica de la Mindfulness proporciona recursos eficaces para hacerle frente al estrés y la ansiedad, de manera que la vuelta sea un simple proceso adaptativo, y no una fuente inevitable de malestar.

Si todavía no has practicado ninguna meditación, te recomiendo que comiences con esta meditación guiada para principiantes 

Emociones positivas

Durante las vacaciones disfrutamos mucho con actividades que no solemos hacer durante el resto del año: salir con amigos, estar con la familia, descansar, explotar nuestros hobbies y aficiones… La vuelta al trabajo supone la pérdida de toda esta “vidilla”, lo que puede hacer que se resienta nuestro estado de ánimo. 

Gracias al Mindfulness podemos ser más conscientes de las experiencias y hábitos que nos provocan emociones positivas, lo que nos ayuda a promoverlas para ir adaptándonos poco a poco al nuevo ritmo laboral. Por ejemplo, darte pequeños descansos cuando te notes muy cansad@ y aprovechar ese momento para tomar un café o tener una charla con algún compañero mostrando atención plena a ese momento.

Confianza en ti mismo/a

Las técnicas de Mindfulness juegan un papel fundamental para la consecución de la autoeficacia, ya que nos ayudan a crear consciencia de nuestros recursos y confianza ante la vida, los acontecimientos y la capacidad de salir hacia delante. Esta actitud es tremendamente importante para la consecución de nuestros objetivos.

Conocimiento y aceptación de la realidad

Esta clave es una actitud de Mindfulness en sí misma. Las vacaciones han llegado a su fin, esa es la realidad. Es inútil luchar contra ella y estar permanentemente dándole vueltas a la idea de que las cosas no son como queremos. Tampoco podemos resignarnos pensando en que no podemos hacer nada sobre ello,  quedándonos con nuestro sufrimiento sin emitir ninguna acción.

La aceptación conlleva reconocer lo que está ocurriendo, asumirlo tal cual aparece y adoptar una postura activa, decidiendo sobre cómo actuar, sin producir resistencias o rechazo.

Paciencia

Otra de las actitudes del Mindfulness que cobra una especial importancia a la vuelta de vacaciones.  Cuando volvemos al trabajo, queremos ponernos al día de golpe, abordando todo lo acumulado durante semanas y entrando en una espiral de agobio y frustración que incrementa más la “depre” postvacacional. 

La atención plena nos enseña a dejar espacio y saber que los resultados llegan cuando tienen que llegar. Necesitamos adaptarnos de nuevo a las obligaciones laborales (o escolares), al cambio de estilo de vida que supone… Cada proceso tiene su tiempo. Las personas con síndrome postvacacional leve reflejan dificultades durante 2 o 3 días. Sin embargo, es habitual que los síntomas se alarguen hasta las dos semanas. Si se extiende durante más tiempo, es el momento de acudir a un/a profesional.

Motivación por el trabajo

¿La atención plena puede hacer que vuelva al trabajo con ganas e ilusión? Aunque te parezca increíble, la respuesta es sí. 

A través de la gratitud, que junto a la paciencia y la aceptación forman el trío ganador en este proceso, podemos ver el lado positivo de lo que acontece incluso cuando la experiencia nos resulte de lo más desagradable. Valorar las ventajas de volver a la rutina (por ejemplo, cuidar más la alimentación o iniciar proyectos nuevos aprovechando la recarga de energía tras las vacaciones), agradecer lo que tengo y aquello que ocurre, sintiéndolo como un regalo. Adquirir esa conciencia nos genera una emoción transformadora, aportando mucha energía y motivación.

Autoconocimiento

Es importante que la autoestima y el autoconcepto se encuentren en buenas condiciones, pues son un potente factor de protección frente a la depresión postvacacional. La práctica de Mindfulness, junto al uso equilibrado de las fortalezas personales, ayudan a desarrollar al máximo tus capacidades como trabajador/a, lo que fortalecerá tu autoestima.

En definitiva, la práctica del Mindfulness y la atención plena proporciona una multitud de recursos que te van a permitir gestionar la vuelta al trabajo de una forma saludable, sustituyendo la depresión por “subidón postvacacional”.

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